La semana anterior preguntaba si valía la pena ir a votar. Mi respuesta hoy sería que sí, de forma contundente. En el Estado español la derecha se ha hecho con el poder de todas las autonomías en juego, y en Catalunya un partido xenófobo, que agita el odio al inmigrante, sigue subiendo. Todo ello en paralelo a una abstención de más del 50% y con el Movimiento 15M en marcha. Son síntomas claros de una democracia en descomposición. Unas elecciones generales anticipadas con una indignación cada vez mayor pueden ser las catapultas para recuperar el espíritu de transformación.
En general: la abstención supera el 50%.
Posibles causas: las municipales, la crisis,
la desafección a la política y
la falta de movilización de los partidos
Las elecciones municipales normalmente son de baja participación. Éste año han sido especialmente llamativas por el entorno de crisis y de agitación pacífica que se vive. Es curioso observar la noche de las elecciones cómo ningún líder político se ha acordado de ninguno de éstos fenómenos.
Realizado un primer análisis se puede observar por qué parece que los partidos conservadores y muy conservadores han arrasado. Por un lado el PSOE ha perdido una suma de votos ingentes. Por otro los resultados del espectro centro-derecha (PP y Ciu) han sido resultado de tener un electorado fiel más que de su incremento moderado en el voto.
En el Estado español:
el PP arrasa con un 2% más de votos
por el hundimiento del PSOE
y pese a los casos corrupción
En éstas elecciones municipales, comparadas a las anteriores del 2007, el PSOE ha perdido más de 1,5 millones de votos. La gestión de la crisis con reformas (recortes) les ha pasado duramente factura. Seguramente los 200 mil votos ganados por Izquierda Unida vienen en parte por los perdidos por el PSOE.
El Partido Popular se ve crecido con menos de medio millón más de votos, y prácticamente tiene un poder absoluto en autonomías no históricas y municipios fuera de éstas. La historia nos dice que la concentración de tanto de poder no positiva para la gestión democrática y más con los casos de corrupción aún pendientes de juicio.
Hay que recordar que las Elecciones Generales tiene por lo menos un 20% más de participación. Ésta diferencia hace que las municipales puedan marcar una tendencia pero no ser del todo extrapolables.
En Catalunya: CiU se impone
y el PP se estabiliza como tercera fuerza
con tópicos duros sobre la immigración
En Catalunya el castigo al PSC no ha sido menor. Cuánto más capitalidad tiene una ciudad más se ve afectada por la política general. Con 200 mil votos menos pierden sus feudos históricos de Girona y Barcelona. Mantienen Lleida y Tarragona.
En cierta forma hay una réplica a nivel del PP con CiU con su auge municipal, porque quien govierna la Generalitat con "les retallades" o con casos comunicantes de corrupción no han sido castigados. En los Consells Comarcals, Diputacions Provincials, y Municipis CiU será hegemónica con tan solo unos 50.000 votos más en toda Catalunya.
El discurso del "inmigrante tiene la culpa de todo y más aún de la crisis" ha hecho mella para atraer un electorado marginal y de perfil cultural bajo. Con él el Partit Popular se ha hecho con Badalona y se ha estabilizado como tercera fuerza. Dará alas a CiU dónde haga falta. Otra fuerza xenófoba arraigada en Vic sigue creciendo con tal discurto en muchos municipios. Paradogicamente ha empleado a subsaharianos y pakistanies para poner su propaganda electoral.
En Sant Boi de Llobregat:
con 1.000 votos se obtiene un concejal,
con un 47% de participación,
el independentismo sale por no unir su voto,
y la xenofobia entra con fuerza
Los resultados de Sant Boi de Llobregat hablan por sí sólos: nadie esperaba que ahora tuviera una nueva marca distintiva en el mapa. Entran tres nuevos concejales con tintes racistas con 3.000 mil votos alimentados en los barrios con más inmigración.
El PSOE mantiene 10 concejales pero necesita otra vez de "la Governança", posiblemente con los 4 de Iniciativa - Verds y/o los 3 de Convergència i Unió, para seguir governando. El PP con planfletos reduccionistas, y por la conyuntura estatal, se han visto catapultados a la segunda fuerza con 5.000 votos y 5 concejales. ERC queda fuera debido a la dispersión del voto independentista. Todo unido hubiera conseguido representación.
Hace unas semanas picaron al timbre de mi escalera una persona joven y adulta, rapada, que al preguntarle quien era me respondió "Ayuntamiento". Cual fue mi sorpresa que al bajar y mirar el buzón me encontré un panfleto llamado "Info SantBoi". Lo ví, lo leí... no me lo creía... Era de todo menos "Info". En su editorial cargaba duramente sobre las personas inmigrantes con tópicos que pensaba superados y que siembran el odio entre nuestros vecinos.
Estoy seguro que la mayoría de santboyanos somos tolerantes y apostamos por la convivencia y tenemos claro que los Derechos Humanos son para todos y que nadie es ilegal por que nos ampara tal Derecho Universal. No exiten "unos seres humanos más que otros".
Entonces se empezó a mover por SMS el aviso de ir a participar en las redes sociales para impedir que consiguieran participación. Haciendo autocrítica parece que nada se ha conseguido y que muchos vecinos de Sant Boi de Llobregat que tenemos las ideas claras al respecto no hemos hecho suficiente para evitarlo.
El voto es la primera posibilidad de participar y seguramente hay ocasiones que se impone utilizarlo. En éstas elecciones, en las que cerca del 53% de los samboyanos no ha ido, seguramente hubiera ayudado más que nunca a que ésta fuerza política no obtuviera los resultados que ni ellos mismos se esperaban. Hay que recordar que les da más recursos económicos y les permite seguir alimentando su charlatanería incendiaria. Además hay que hacer un llamamiento a que las personas de otros países, que estén censadas en el municipio y tengan derecho al voto, lo ejerzan.
En positivo: que sumemos con el Movimiento 15M,
y que cuando se anticipen las Generales, las aprovechemos
En conclusión, los tiempos que nos tocan vivir nos recuerdan muchas crisis históricas que han alimentado conflictos diversos y graves cómo el racismo. Tenemos una generación muy bien preparada que nos está dando una lección de organización y participación y que nos pide su apoyo. Seguramente la presión política en el Estado propiciará también que se adelante las elecciones generales. Sumado todo tenemos un caldero a corto plazo muy incierto. Lo único que podemos estar en la certeza es que recuperar la suma más que la resta es lo que nos hará más fuertes ante quienes alimentan desigualdades e injusticias sin razón. Hagámoslo.